El proceso de creación de una obra es incierto.
A veces la obra surge de la nada. Otras veces la
busco y no la encuentro. En ocasiones se trata de encontrar la obra como una
roca de mármol y hay que comenzar a tallar, tallar y tallar. Darle forma. Ir
limando. Ir puliendo.
En la música tonal la armonía funciona como un
excelente elemento estructurador de la forma. Si no, revísese Funciones
estructurales de la armonía de Arnold Schoenberg; libro emblemático que va
desenmascarando la forma y la estructura en el ámbito del sistema tonal.
Con el atonalismo la cosa es bien distinta. Desde luego
que hay que defirnir la forma, pero ya los acordes no serán exclusivamente las
bases y sustentos del pensamiento musical.
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